Cuidar a tus hijos es un trabajo invaluable que tiene un valor económico real

¿Alguna vez sentiste que el tiempo y la energía que dedicás a cuidar a tus hijos no eran valorados al hablar de dinero o de la cuota alimentaria? 

¡Tenemos una excelente noticia que te va a empoderar!

¿Qué significa esto para vos?

· Tu esfuerzo vale oro: Llevarlos al colegio, ayudarlos con la tarea, cocinar, limpiar, acompañarlos al médico... todo ese tiempo y dedicación no es "algo que se hace y listo". El juez reconoce que es un aporte concreto a la manutención de los chicos y debe ser valorado económicamente. ¡Es como si ese trabajo de cuidado tuviera un "sueldo" implícito!

· "No tengo trabajo" ya no es excusa total: Si el papá (o la mamá) dice que no tiene ingresos para pagar la cuota, ¡ojo! La justicia ya no se queda solo con esa excusa. Se evalúa si esa persona tiene la edad, los estudios o la capacidad para trabajar y cuánto podría ganar. La ley entiende que si alguien tiene la posibilidad de generar ingresos, debe hacerlo para cumplir con sus hijos.

· La cuota se debe desde que se pide: ¡No hay que esperar a la sentencia final! Desde el mismo momento en que presentás la demanda en el juzgado pidiendo la cuota, esa deuda ya empieza a contar.

· Si no paga, hay consecuencias (y no son solo intereses): Si el progenitor no cumple, además de los intereses, la justicia puede pedirles a los abuelos paternos que se hagan cargo de la cuota alimentaria. ¡Sí, los abuelos también tienen una responsabilidad!

¿Por qué este fallo nos empodera, especialmente a las mamás?

Porque visibiliza y valora el inmenso trabajo de cuidado que muchas veces recae principalmente en las mujeres y que, por mucho tiempo, fue "invisible" y no remunerado. Te da herramientas para exigir que la cuota alimentaria sea justa y que se tenga en cuenta todo tu esfuerzo diario. Además, deja claro que la responsabilidad de los padres es ineludible y que la justicia tiene recursos para proteger los derechos de los niños.

¡Si estás luchando por la cuota alimentaria, recordá que tu trabajo de cuidado vale y que la justicia está de tu lado para reconocerlo! No estás sola.